28 de mayo de 2014

La clave de esta vida es sorprendernos cada día.

Vamos a darle un poco de forma a este blog que parecía simplemente olvidado, o castigado por la falta de tiempo e inspiración. A partir de hoy y de la entrada anterior todo cambia, ya no es un blog de "niña pequeña", como suelo denominarlo, aunque espero seguir siéndolo muchos años. A partir de ahora va a ser un blog completamente propio, un blog que sea fuente de inspiración para mi y para quien se atreva a leerme, que sinceramente ni espero ni quiero que sean muchos.

Y es que cuando termine este año, bueno más bien estas dos semanas que faltan para Selectividad, la temida PAU,  se habrán acabado muchas cosas y veré enfrente de mi dos mil puertas de las cuales no tengo casi idea de lo que hay detrás. 
Cerrar un ciclo es siempre muy difícil, cuesta y duele. Es normal, las personas estamos acostumbradas a una serie de cosas, a una serie de hábitos y sobre todo de comodidades que te da el día a día de las que cuesta desprenderse.

No es nada fácil tener que empezar algo nuevo, ¿pero sabéis qué?, aunque sea la persona a las que probablemente  más miedo le den los cambios, pienso que los inicios tienen cosas realmente buenas; tienen caras y sonrisas nuevas que se volverán conocidas, tienen días de descubrimientos, emoción, sensación de adrenalina, y  muchas inseguridades de las cuales seguramente acabaremos riéndonos tiempo después.

En verdad, los comienzos son lo más bonito de la vida, empezar a hacer cualquier cosa que te puedas imaginar por muy absurda que parezca. Solo hay que fijarse cuando recuerdas con una persona la primera vez que os visteis y ese tiempo en el que os estabais conociendo donde había tantas cosas por descubrir, tantas sorpresas, tanta magia. La clave de esta vida es sorprendernos unos a otros y a nosotros mismos cada día con algo bueno. 

Por eso yo, la persona que menos le gusta la idea de dejar esas comodidades de las que hablaba antes de lado y empezar a vivir cosas nuevas, por fin, a día de hoy, tengo ganas. Tengo ganas de empezar algo nuevo y emocionarme y sonreír y cambiar, y de poder compartir todos esos momentos con las personas que quiero y ser feliz por ellos y por mi. Futuro no me das miedo, la vida a veces es solo un simple juego. Así que dos semanas y empieza un nuevo capítulo en mi vida que tengo el presentimiento que no va a estar nada mal.

E.

18 de mayo de 2014

Vis a vis

Una forma bonita de empezar el día es escribiendo, pero es más bonita aún si te apetece escribir y hace mucho que no tienes tiempo para ello. Hace mucho que no escribes nada, que le prestas toda tu atención a otras pequeñas cosas en vez de disfrutar de momentos como este, los dedos sobre el teclado dejándose llevar, como si no hiciera falta nada más que un segundo para ti mismo y convertirlo en algo que espero que alguien quiera leer. Que no es poesía ni pretendo que lo sea pero es un poquito de mi que algunas personas, muy pocas, conocen o pueden llegar a conocer y tener algo así es un tesoro.

Y es que a día de hoy no tenemos tiempo para nada, no somos capaces de parar ni un segundo nuestro mundo para ver aquellas cosas que nos pueden llegar a estremecer, esas cosas que marcan la diferencia, que nos cambian, que nos hacen fuertes o débiles. Que igual siento una punzada cuando alguien me dice que está enamorado, una punzada de envidia por no sentir algo así dentro de mi. Qué triste es a veces no sentir nada. Nos refugiamos bajo la excusa de que estamos bien, tranquilos, centrados, pero, la verdad, lo que pagaría porque me desorganizasen la vida, lo que pagaría por no estar centrada y lo que pagaría por fugarme ahora mismo a cualquier ciudad del mundo con el primer desconocido que se me cruce, y ya no pido irme a cualquier ciudad del mundo, si no únicamente un día diferente dentro de esta gran ciudad. 

Parece que todo está al revés y tenemos que aprender a vivir boca abajo sin que se nos salgan las tripas o se nos suba demasiada sangre a la cabeza y no sepamos volver.


"Si el mundo esta del revés habrá que buscar cordura, y una pizca de locura para saber quererte más. " o eso decía Leiva.